«Se nota a nivel físico y emocional, y nos hace más humanos», subraya la experta, que diserta hoy en Vitoria sobre el envejecimiento activo.
«Lo más importante eres tú, especialmente en esta etapa«. Se lo recuerda a las personas jubiladas la psicóloga María Jesús Álava. Bajo ese mismo título, esta reconocida experta diserta hoy en Vitoria con las claves para un envejecimiento saludable, constructivo y apasionante. Una cita que acoge la Sala Fundación Vital de Dendaraba (19.00 horas) y se enmarca en el ciclo de charlas del proyecto «La jubilación activa, a través del voluntariado«.
A la consulta del psicólogo también se presentan las personas jubiladas. ¿Con qué problemas?
– Muchos que han tenido un trabajo muy intenso de repente pueden sentir un gran vacío o que al pasar a convivir 24 horas con la familia sufren problemas de convivencia o de pareja. Por eso es tan importante proyectarnos hacia el futuro, crearnos nuevas ilusiones y motivaciones disfrutando de ese momento presente. Esas metas son cruciales.
– El simple olvido de unas llaves acaba en un alarmante diagnóstico de Alzheimer. ¿Abunda la hipocondría en esa etapa?
– Mucha gente se jubila y empieza a sentirse mal físicamente, a obsesionarse con su salud. Empiezan a preocuparse por sus limitaciones que les han podido pasar desapercibidas y a veces las agrandan. Muchos piensan «te jubilas, empiezas a ir al médico y ya no dejas de ir«. Este es uno de los grandes errores. Es verdad que tienes peligros, y que dejas de hacer cosas reconfortantes o que llenaban todos los espacios, pero lo que tenemos que plantear es cómo crear objetivos vitales nuevos, cómo retomamos los pospuestos durante mucho tiempo en el que no hemos podido, cómo dejamos de tener resistencia al cambio para que la ilusión realmente aparezca…
– Jubilarse de forma saludable, física y emocionalmente, supone… – En esta etapa hay algo que no han tenido antes: tiempo. Muchas personas llegan a la jubilación como agotadas, como si pensaran que ese momento es una especie de declive. Y lo importante es decirles que, si eres capaz de sentir que lo mejor de tu vida eres tú en este momento, a partir de ahí la etapa que vas a vivir va a ser fantástica porque vas a poder tener todas las ventajas de libertad para decidir a qué te dedicas, de una experiencia de muchos años que te ha dado sabiduría y te impedirá cometer errores.
– Defiende el envejecimiento activo, ayudar. ¿Por qué es bueno? – La gran satisfacción de poder ayudar a los demás es uno de los factores claves de la felicidad. Los psicólogos lo tenemos comprobadísimo, la gente que ayuda a los demás se siente más feliz, es un factor constante de bienestar emocional.
Abuelos y nietos
– ¿Qué beneficios reporta?
– Se nota tanto a nivel físico como emocional. En la medida en que nos encontramos con mejor ánimo, más satisfechos, con mayor confianza, esa positividad y equilibrio emocional está muy demostrado que influye incluso a nivel de salud física, es como si todo el organismo estuviera más en armonía en ese momento. Y beneficia a la relación con los demás. Nos hace más humanos, flexibles y reflexivos.
– Hay que ayudar, pero sin ponerlo fácil, subraya. ¿Cómo?
– Lo importante y lo difícil es ayudar a otros a crecer. Hacer las cosas por otro es fácil, conseguir que las hagan ellos es un objetivo difícil pero apasionante.
– Los abuelos ayudan mucho con los nietos. ¿Se les sobrecarga?
– Tienen que tener claro que en esta etapa ellos, no sus hijos ni el resto de la familia, son los dueños de su tiempo. Nadie tiene derecho, aunque sean sus propios hijos, a condicionarles la vida. A veces hay abuelos que van todo el día con la lengua fuera recogiendo a los niños, cuidándolos. Hay que marcar unos límites. Hay jubilados que están aún más esclavizados y con menos libertad de la que tenían antes.