FUNDACIÓN VITAL, DIPUTACIÓN FORAL DE ÁLAVA Y ARTEHAZIA PROMUEVEN EL PROYECTO PARA REFORZAR EL COLECTIVO
Diario de Noticias de Álava
Asier Suso
La pandemia ha acentuado durante este año varios de los problemas ya presentes en la sociedad alavesa. Entre ellos, el cuidado de las personas mayores ha estado en el punto de mira de varias instituciones para poder reforzar este sector desde comienzos de año, como la propuesta del Gobierno Vasco del pasado mes de febrero.
La nueva iniciativa, esta vez de la mano de la Diputación Foral de Álava, Fundación Vital y Artehazia se denomina NagusiLab, y promete que «definirá una red social de cuidados para las personas mayores en Álava».
El proyecto, que ya está puesto en marcha, cuenta con la participación de 40 personas en tres laboratorios de innovación ciudadana, o auzolabs, donde se están llevando a cabo 3 retos con personas de «muy diferentes espacios, como mayores, de zonas rurales, con diferencias culturales o raciales«, ha señalado Miren Martín, coordinadora de proyectos de Artehazia.
EMPODERAMIENTO DEL COLECTIVO
Entre los tres objetivos, Martín ha recalcado el primero, «el empoderamiento de las personas mayores, con la eliminación de actitudes y estereotipos«. En él participan una quincena de personas de un grupo motor desde diciembre, «del que forman parte profesionales que trabajan con personas mayores, tanto a nivel público como privado, pertenecientes, o no, al entorno sanitario, cuidadores y cuidadoras, mayores de diferentes colectivos así como jóvenes con proyectos de emprendimiento orientados al sector», ha explicado.
Encarna Gómez, una de las participantes de la iniciativa y, en concreto, del reto del empoderamiento, ha recalcado que el objetivo es «poner en valor la convivencia intergeneracional, que puede ser motor para generar una sociedad diversa y cohesionada», además de señalar que están trabajando de una manera «creativa, innovadora y cómoda».
Por su parte, Javier Fernández de Trocóniz, miembro del grupo motor del proyecto, ha señalado que «las personas mayores son una parte de la sociedad muy importante» que tienen dos objetivos, tanto «no ser una carga» como «cuidarnos y sobrellevar las limitaciones que nos vayan llegando».
ANÁLISIS DE LAS DEBILIDADES
El segundo de los retos mencionados es, según Martín, «un análisis de los puntos débiles comunitarios de la red, no solo de las instituciones sino de toda la sociedad«. En ella, se intentará dar con una estrategia que «den una solución y sean complementarios de la sociedad».
La última de las metas es el estudio de «cómo tienen que ser las viviendas y las ciudades para que las personas se puedan quedar en sus casas«, algo que el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, ha recalcado comentando que tienen declaraciones de personas que han compartido la misma idea: «Queremos envejecer en nuestro domicilio«.
Además, ha señalado que está «convencido» de que el proyecto, que simboliza «la cooperación de la Fundación Vital, la Diputación y Artehazia», va a sacar «conclusiones que proporcionarán savia nueva y muy buenas ideas desde enfoques diversos».
En su comparecencia, ha querido destacar que este proyecto «está muy alineado con Etxean Bai«, otra de la iniciativas de la Diputación con la que se intentará que «las residencias sean el último recurso, y que las personas mayores permanezcan en su ámbito familiar el mayor tiempo posible, apoyando la creación de empleo en el sector de cuidados», como se comunicó el pasado mes de septiembre.
Axier Urresti, director ejecutivo de las Fundaciones Vital, por su parte, ha querido reflexionar sobre si «las sociedades, las instituciones, las ciudades o el propio Territorio» tienen la preparación necesaria para «cubrir las necesidades de las personas mayores del futuro». Por ello, ha manifestado la importancia del «estudio y la innovación para visualizar la red global de cuidados».
SINGULARIDAD ESPECIAL
En NagusiLab, la metodología llevada a cabo cuenta con «una singularidad especial», ha comentado Martín. «La propia ciudadanía es la que ha definido los retos y la que está trabajando sobre los mismos otros», además de que «las sesiones de trabajo se han llevado a cabo con dinámicas y herramientas de base artística y cultural de creatividad aplicada».
Asimismo, los auzolabs «están concebidos como procesos de co-creación por lo que se ha incorporado a agentes que provienen del mundo de la cultura y de la creación», según han explicado.
Entre esos artistas y creadores alaveses que están llevando a cabo la metodología en los 3 retos se encuentran la compañía de teatro Thusia (en el primer reto mencionado), Marina Blázquez, arquitecta «que diseña experiencias» (para el segundo reto) y el colectivo Guk, formado por «un arquitecto, una urbanista, una diseñadora y una mujer que proviene del mundo de la música» (para el tercero).
CREACIÓN DE PROTOTIPOS
Del mismo modo, han comunicado que los resultados de los retos serán comunicados a los participantes el 15 de abril, con los que se realizará un análisis, y posteriormente, serán publicados al resto de la población. A partir de entonces, también, a esos resultados «se les dará forma para crear, al menos, tres prototipos que pueden ser tangibles o intangibles y que no tendrán forma de obra artística».