Operarios de Mercedes, Michelin y funcionarios de: Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, que están a punto de acabar su trayectoria laboral reciben consejos de Secot, el colectivo de profesionales «retirados de la actividad laboral».
¿Y después de la jubilación qué? Es una pregunta que se hacen muchos trabajadores, sobre todo cuando están a las puertas de un retiro profesional casi siempre deseado, pero que ni mucho menos resulta tan plácido como cabe esperar. 2.000 alaveses echan el cierre, de media cada año, a su trayectoria laboral por cuestiones de edad. Son los datos que manejan en Secot, la organización de seniors que agrupa en Álava a 25 profesionales ya retirados de su actividad y que ha puesto en marcha una pionera iniciativa bajo el nombre de «Jubilación Activa a través del Voluntariado«.
«Al día siguiente de dejar el trabajo, en la oficina, en la fábrica o donde sea, hay que llenar un tiempo que hacía décadas que no estaba vacío», plantea Víctor Allende, presidente de Secot. Y es ahí donde a veces surgen los problemas.
Para tratar de anticiparse a estas situaciones que pueden afectar a la salud física y mental de los ‘nuevos jubilados’ y también a sus bolsillos, los voluntarios de este colectivo se están recorriendo alguno de los principales centros de trabajo de Álava.
Han estado en las plantas de Michelin, en dos ocasiones, y de Mercedes Benz y también en el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación y las dependencias del Gobierno vasco en Lakua con los funcionarios. Incluso han llegado hasta la Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa para enseñar a llenar sus «vidas» tras la jubilación a quienes ya la ven de cerca en esta comarca. «Cuando alguien deja de trabajar, debe saber que lo importante es él. Y él ha de planificar su futuro».
«Hemos estado con alrededor de 200 personas que en los próximos doce meses van a cerrar una etapa y abrir otra, también muy importante, como cuando te vas fuera a estudiar, te compras un piso, te casas o empiezas a trabajar», relata Javier Fernández de Trocóniz, que junto a otros socios está recorriéndose las empresas e instituciones públicas.
Cuando contactan con los departamentos de personal o de función pública ellos mismos se sorprenden «En Secot asesoramos a futuros jubilados y a emprendedores que empiezan. Es muy enriquecedor», con nuestro proyecto de «Jubilación Activa», porque las empresas no preparan a sus trabajadores para ese momento del día después».
Esa transición «es un momento clave», añade Allende, «porque ahora la esperanza de vida tras la retirada profesional es mucho mayor que antes. Hay, de media, unos veinte años en los que ocupar el tiempo de manera activa».
Más allá de cuidar a los nietos, ayudar en las tareas del hogar o hacer viajes con el Imserso. «Eso también, pero no es lo único. Hay que tener claro que eso no puede convertirse en una obligación». Existen riesgos «comprobados» de un abandono físico, de casos de depresión o de problemas económicos, aunque en las empresas e instituciones recorridas «el asunto del dinero no es el mayor problema».
Secot ofrece la labor de colaborar como voluntarios, bien en labores «docentes» de Jubilación Activa –cuentan con el apoyo de Fundación Vital y Fundación ‘la Caixa’– o en el asesoramiento a emprendedores. Quien fuera diputado de Hacienda entre 1999 y 2007 y después presidente de las Juntas Generales (2007-2015), Juan Antonio Zárate, es una voz autorizada en el colectivo de seniors para hablar de esa ayuda que ofrecen a quienes arrancan aventuras empresariales. «Mi experiencia como auditor y asesor fiscal les puede venir bien cuando están empezando», admite.Los cuarenta años en la Caja Vital –en áreas comerciales, de marketing y ventas– de Nely Sagredo ahora se ponen a disposición de Secot «y cuando compartimos ideas y proyectos con jóvenes es enriquecedor», apunta. Anima a los futuros trabajadores retirados a «activarse en nuestra asociación». Álava tiene 51.670 personas jubiladas, según los datos de febrero, dentro de un total de 76.972 pensionistas.